en las revistas adolescentes de los noventa,
ni vello en el pubis.
Les sobraba arroz en los ombligos,
murmura Centélles parapetado en el caballo
que alimentó a los trotskystas,
creyeron que a base de cereales de marca blanca
sus hijas no querrían ser anarquistas,
que Kronstadt bien vale un akelarre rojo en Venezuela.
Y punto en boca.
Pero volviendo a Dorothea,
volviendo a la importancia del pubis y el arroz,
montando la grupa caída del caballo de Centélles,
ahora las adolescentes de los noventa
rayuelan los cuarenta.
Y los otros, marineros, fotógrafos y caballos
caducaron
Y el arroz.
¿Qué?
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