domingo, 29 de diciembre de 2013

CONVERSACIÓN


Estoy aquí, sentado con el Migue. Se supone que para eso están los colegas, ¿no? Estás mal. Indeciso. No sabes cómo afrontar tal o cual situación y le pides ayuda a un amigo. Para que te ayude. Y, joder, yo soy el campeón de los putos indecisos. Si hubiera una peña de indecisos, por lo menos me nombrarían tesorero.
¿Recuerdas ‘Mátrix’ –vaya, cómo no: ‘Mátrix’. La quintaesencia de la filosofía contemporánea.
Migue… ¿ves aquélla señora? –señalo con el dedo a una señora que se dirige al WC de la cafetería.
No me mandes a cagar todavía. Espera un segundo. Vale. Mátrix. Tú eres Neo, ¿me sigues? Estás sentado delante de un pedazo de negro, Morfeo, que te está ofreciendo dos posibilidades.
Hace tiempo que no eres mi camello -¿por qué sigo juntándome con este yonqui de medio pelo?
Presta atención. Pastilla roja o pastilla azul. Es tu maldito futuro el que tienes delante de ti. Y se trata de elegir.
¿Tripis? –de qué está hablando este tío.
Se me olvidaba que en el cole no te sentabas muy adelante en clase.
¿Gracias a quién? –estoy a punto de levantarme e irme.
¿Pero quién repitió tercero? –de levantarme, partirle la cara e irme, mejor dicho-. De eso se trata joder. ¿Qué prefieres? Saber qué es Mátrix o vivir una vida normalita siempre añorando el qué pudo ser y no fue –Hay que reconocer que, en ocasiones señaladas, sabe tocarte las pelotas.
A veces pienso -digo- que lo que tengo con Sara es pura fachada. Como en la canción aquélla ¿era de los Spinal Tap? -¡eso sí que era una banda!
Y no me malinterpretes, ¿eh? Que a mí Neo me parece un gilipollas. ¡La pastilla roja! Pudiendo vivir como le diese la gana entre nosotros el capullo elige ser un súper tío. La gabardina molaba, vale. Y seguirías siendo una pila duracell para los malos, vale –ya está, el desvarío. ¿Qué se puede esperar de un tío que vio treinta veces seguidas la trilogía?
¿Crees que debería que debería seguir con Sara entonces?
¿Con Sara? –bueno, he conseguido centrarlo-. Quizás Neo no era tan tonto después de todo –saca el córner y remata sobre mi propia portería.
Entonces ¿crees que me debería arriesgar con Marta?
¿Qué es mejor, un tripi o una raya? Eso depende de las personas. ¿Qué es lo que decía Nietzsche?: ‘Si tienes un porqué para vivir encontrarás casi siempre el cuándo’ –ni siquiera sabe hacer citas.
El cómo.
¿Cómo? –definitivamente me voy.
No era el cuándo, era el cómo. Gracias por todo tío, eres el puto amo.
¿Te vas?
Sí. Creo que la señora de antes me ha inspirado –y salgo por la puerta.
Y bueno. ¿Por qué pensé que quedar con el Migue era una buena idea? Tanta puta pastilla me ha revuelto el estómago. ¿Sabéis? Puede que no os hayáis enterado de nada. Pero yo he pillado por dónde iba el cabronazo. Se supone que se trata de tomar decisiones. Siempre sale con Mátrix y las putas píldoras cuando otros tienen que tomarlas. La idea es: ‘Haz lo que te salga, pero no me des más el coñazo’. El Ying y el yang. Blanco y negro. Vagina o escroto. Esa es la versión positiva. La versión negativa me la ahorro. Estaríamos hablando de ingreso en el psiquiátrico y, a fin de cuentas, un colega es un colega.
Y en lo que a mí respecta. Que le den por culo. ¿Quién dijo que elegir sea bueno? Cuando Sara y Marta se enteren de a qué estoy jugando ya me inventaré alguna excusa.

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